Lado B: Grecia y sus playas (guía por Sarakiniko)

Grecia y sus playas. Sarakiniko te lleva a la Luna y te regala los mejores spots de la isla.

grecia playas: sarakiniko
Foto: Christos Andriopoulos / Unsplash

Lo primero que se viene la mente al pensar en Grecia son sus playas, en especial Mykonos. Y, no es para menos. Callejones estrechos, fachadas blancas y sus más de 3,000 horas de sol al año hacen de esa isla un paraíso.

Más allá de los lugares típicos y lejos del radar de los viajeros clásicos, está Sarakiniko, una playa griega que nos lleva a la Luna. O, al menos, nos remonta a ella.

Sarakiniko se ubica el norte de Milos a más de 400 km de Atenas. Está enclavada entre rocas volcánicas que han cambiado de forma con las olas del mar Jónico y del viento. El blanco de las paredes de piedra en contraste con el turquesa de las aguas asemeja un paisaje lunar.

Las rocas agigantadas se formaron hace miles años. Están compuestas por una mezcla de fósiles de organismos marinos y piedras volcánicas. La erosión esculpió los fósiles y creó la joya natural que ahora conocemos.

Paredes en Grecia playas: Sarakiniko
Foto: Emma / Unsplash

Grecia + playas = Sarakiniko, un spot para fotografías

Sarakiniko es una de las playas en Grecia poco conocida, pero dentro de Milos, es la más famosa de la isla.

Al visitarla, la recomendación es llegar a las 8:00 AM, aparcar el auto en el estacionamiento y caminar hasta encontrar la arena blanca rodeada de muros del mismo tono.

Ahí -donde el mar descubrió un lugar para tocar tierra- puedes disfrutar de la brisa de la mañana. No hay mucho espacio para acostarse sobre la arena, es mejor hacerlo en el extenso terreno que lo rodea. Tendrás un poco de privacidad a esa hora, los visitantes llegan una hora después y se van antes del atardecer.

Los spots para las mejores fotos están a la izquierda de la playa. Escala un poco hasta llegar al punto más alto y encontrar la mejor luz para tus fotos. Desde esa altura se puede ver el azul turquesa del mar Jónico y las blancas rocas que rodean la playa. En este punto, el parecido con la Luna es poco, pero la experiencia comienza a sentirse extraterrestre.

No existe la vegetación y la luz del Sol pega directamente en las rocas. Conforme avanza el día, las piedras cambian de color y el mar presenta una gama cromática interesante. Comienza en azul turquesa, pasa por esmeralda y, al atardecer, se convierte en un azul profundo.

sarakiniko una de las playas en Grecia poco conocidas.
Foto: Tobias Rademacher / Unsplash

El lado oscuro de la Luna (o de las playas en Grecia)

Para los viajeros más aventureros y arriesgados está el lado izquierdo de la playa. Aquí hay túneles abandonados y cuevas que se han formado con la erosión de las rocas.

Las piedras tienen distintas alturas desde donde puedes saltar e indagar qué tan valiente eres. O si le tienes miedo a las alturas. Las pendientes también se formaron naturalmente para los viajeros reservados. Aunque saltar enciende la adrenalina, la naturaleza sabe que no es para todos.

Explorar las cuevas en lo profundo de las aguas es, sin duda, una parada obligada en Sarakiniko. La marea es calma, pero si decides entrar a las cuevas es necesario llevar una linterna porque son muy oscuras. En el agua cristalina también puedes bucear y encontrar algunos astrónomos atlánticos o Morenas mediterráneas. Hay muchos erizos de mar, utiliza shark shoes para proteger tus pies y a los erizos.

La roca en forma de arco y el pequeño estante detrás de ella son las formaciones más populares. Las vistas panorámicas desde aquí te acercan, mucho más, al espacio.

Del lado derecho de la playa griega hay un naufragio. En 2003 el petrolero camboyano África comenzó a hundirse en las aguas de este mar. La Guardia Costera Helénica y los locales actuaron rápido para salvar a toda la tripulación. Sin embargo, el barco no tuvo salvación y el mar lo ha devorado poco a poco. A 20 años del accidente, África está oxidado y se convirtió en un punto de referencia en Milo.

cueva en las playas de grecia.
Foto: Luke Moss / Unsplash

Llegando a la Luna

Después de bucear, practicar kayak o saltar al mar, llegó el momento de relajarse y esperar el atardecer. Es este momento en el que Sarakiniko se transforma y te transporta directamente a la Luna.

El cambio de luz natural, el reflejo del Sol en las rocas blancas y el contraste del mar hacen de este atardecer un espectáculo natural fuera del planeta.

Los colores rosados, lilas y naranjas pintan a esta playa de un tono lunar inigualable. Ahí, el apodo de esta playa cobra sentido.

FAQS

¿Dónde dormir en Sarakiniko?

La opción de Airbnb siempre existe. Si prefieres hospedarte en un hotel por comodidad, hay algunas opciones en Parga.

A 40 minutos en auto está Charisma Boutique Hotel. Sus habitaciones están divididas en dos edificios y mantienen un estilo griego clásico, pero sofisticado. Las piezas están equipadas con cocina y baño propio, tienen capacidad hasta para cuatro huéspedes. El hotel tiene piscina y está ubicado en un barrio muy tranquilo lejos del bullicio. Es necesario ponerse en contacto con el hotel para hacer reservación.

A 24 minutos en auto está Adams Hotel. Un refugio de cuatro estrellas con gimnasio, sauna, salón de belleza, spa y piscina. The Tree Olive Restaurant ofrece un desayuno buet que incluye sabores griegos. Se sirve de 7:00 a 10:00 hrs y solamente utiliza productos cultivados localmente.

¿Cómo llegar a Sarakiniko?

La forma más sencilla de llegar a Sarakiniko es en automóvil. Si bien hay transporte público que te deja muy cerca de la playa, es recomendable rentar un auto. Solo así tienes tiempo libre para disfrutar de la belleza del lugar.

Greeka y Europcar son opciones para rentar carros en Milo, pero no las únicas.

Pasar un día entero en esta playa merece la pena. No olvides el protector solar, mucha agua, una manta y comida. Hay restaurantes cerca de la playa, pero no en ella. Sarakiniko no tiene establecimientos, ni tiendas donde puedas comprar comida, snacks o bebidas.

rocas gigantes en grecia playas.
Foto: Christos Andriopoulos / Unsplash